domingo, 31 de mayo de 2009
Resultados Fecha Nº 8
3° División: Estrella de Boedo 6 - 6 Cultural Sarandí
4° División: Estrella de Boedo 3 - 7 Cultural Sarandí
5° División: Estrella de Boedo 4 - 3 Cultural Sarandí
6° División: Estrella de Boedo 9 - 5 Cultural Sarandí
7° División: Estrella de Boedo 6 - 4 Cultural Sarandí
8° División: Estrella de Boedo 2 - 4 Cultural Sarandí
viernes, 29 de mayo de 2009
Defensa de la derrota
Se apoyará, primero, los brazos estirados, las palmas de las manos contra la pared. Respirará hondo y acompasadamente varias veces, hasta que el frío de la pared le llegue. Cerrará los ojos, no mucho tiempo. Sentirá entonces, penetrándole, un reposo húmedo. Será la tristeza.
Algo tibio. Intimo, casi fraterno. Decididamente poético. Eso. Poético. Se sentará entonces, sin mirar a nadie. Le punzarán algunas miradas furtivas. De reojo. No deberá hablar casi. Ni insultar. Deberá callar largamente. Sentirá entonces, creciéndole, un orgullo callado, quieto. Será la dignidad.
Lo tomará del hombro, llenando con blandura el silencio que acompaña a los fracasos. No deberá llorar. Nunca. Tal vez apretar fuertemente la mandíbula. Un instante. Se pondrá de pie. Sentirá entonces, en el pecho, detrás de los labios, un escozor denso y aguachento. Será el romanticismo, que envuelve en una gasa tenue todas las derrotas.
Tomará entonces su frágil fama, su trémulo orgullo antes impecable, se vestirá con ellos cuidadosamente, casi con cariño, y se marchará. No habrá las historias resonantes de la victoria, las felicitaciones sofocantes de la victoria. Estará solo. Y tendrá que caminar lento, pero no muy lento. Una mano en el bolsillo y un gesto vacío en la cara. Apenas una palidez quebradiza en la piel cubierta paternalmente por la solapa levantada. No habrá ni un solo amigo. Ni uno. O tal vez uno que respetará el momento, el silencio, la tristeza, que dejará caer casi con temor, o con respeto, una palmada leve sobre el hombro, como temiendo romper algo, como temiendo que se le desprenda al vencido ese fino revoque de melancolía, de nostalgia.
El vencido sacudirá una vez la cabeza, o dos, en agradecimiento, sin hablar, porque una palabra, un gesto amartillado en falso, puede precipitar el llanto. Y el vencido digno no se permitirá llorar ante terceros. Se marchará solo. Se preparará en su casa un café fuerte, negro, espeso y caliente. Se tomará la cara con las dos manos para apretarse aun más sobre los párpados esa poesía inútil de las derrotas. Para fijarse sobre los pómulos todo el romanticismo suave e impalpable de las derrotas.
Se podrá permitir, ahora sí, un gesto nervioso, un puñetazo corto y duro al aire dulzón de la cocina o bien sobre la mesa. Se podrá permitir, ahora sí, llorar con un llanto comprimido, convulsivo, desesperado y hondo contra el marco de la puerta del comedor. Deberá luego lavarse la cara, secarse los ojos con una toalla. Mirarse al espejo preguntándose si tenía realmente necesidad de llorar. Y se sentará en el sillón de mimbre. Tomará su café. No se sentirá tan mal, después de todo.
jueves, 28 de mayo de 2009
Empate de la reserva
El partido no comenzó de la mejor manera para los de Boedo, que se fueron al entretiempo perdiendo 2 a 0. El equipo de Diego Fenelli siempre estuvo abajo en el marcador y recién pudo remontarlo en la mitad del complemento, al ponerse 4 a 4 (perdía 4 a 1).
Cuando el partido estaba igualado en 5 tantos, Bersten se fue expulsado luego de una falta y discutir con el juez. Con buenos movimientos defensivos, Estrella pudo mantener la paridad con un jugador menos. Torres, de muy buen segundo tiempo, convirtió dos de las cuatro sextas faltas que ejecutó. Los tiros de castigo errados fueron cuando Estrella perdía 6 a 5 y otra luego del empate en 6 goles.
Con el punto obtenido Estrella dependerá de otros resultados para mantener el liderazgo de la Zona A.
miércoles, 27 de mayo de 2009
Estrella 7 - Cervantes 0
lunes, 25 de mayo de 2009
Contundente triunfo contra Cervantes
Cuando todo parecía no tan bueno y muchos cuestionaban la campaña de la primera división, es importante remarcar que luego de la primera rueda Estrella quedó en la tercera ubicación de la tabla (queda por definir qué pasará con el partido entre Cultural Sarandí y Paraná que fue suspendido por incidentes) y, además, mantuvo el invicto en Boedo, con dos triunfos (Hurlingham y Cervantes) y dos empates (Cultural y Platense).
Resultados séptima fecha
3° División: Estrella de Boedo 3 - 1 Def. de Cervantes
4° División: Estrella de Boedo 8 - 1 Def. de Cervantes
5° División: Estrella de Boedo 5 - 4 Def. de Cervantes
6° División: Estrella de Boedo 9 - 1 Def. de Cervantes
7° División: Estrella de Boedo 18 - 0 Def. de Cervantes
8° División: Estrella de Boedo 7 - 1 Def. de Cervantes
viernes, 22 de mayo de 2009
Dos poemas de Roberto Santoro
"El fútbol" y "Verbo irregular", dos de las más reconocidas poesías de Santoro.
jueves, 21 de mayo de 2009
El viaje a Zárate por dentro
Los jugadores de la reserva, quienes no superan los 20 años, ocuparon el fondo del micro y pusieron de manifiesto cómo los jóvenes dependen cada vez más de los aparatos electrónicos y cómo éstos son una barrera para la comunicación. Muchos conectaron auriculares a sus teléfonos celulares e hicieron más ameno el viaje escuchando la música que más le gusta a cada uno. Por otro lado, la primera, más tradicional y alejada de la tecnología, comenzó a jugar a las cartas antes de que el micro salga de la Capital Federal. El masajista Nazareno, Gastón, Damián y Maxi por un lado; el técnico Diego, Mariano, Federico y el ayudante técnico Nahuel, por el otro. Fernando y Marcelo compartieron la música, Gabriel y Diego Scalabrino intentaron conciliar el sueño. Ariel, mientras tanto, fue el encargado del mate.
El viaje estaba comenzando cuando se realizó una parada estratégica. El recorrido elegido hizo que se pase por la heladería de un amigo de algunos jugadores de la primera, lo que generó que ellos bajen a saludar y, de paso, vuelvan al micro con un poco de helado para todos.
El partido de Boca que sonaba en la radio era interrumpido por momentos, dos veces por los gritos de gol a favor del xeneize (Jorge, sentado cerca del conductor, no se perdió ni un minuto del relato y comentaba el encuentro para el resto de los viajantes) y en varias oportunidades por las canciones de aliento para Estrella. Maxi, arquero de la primera, se encargó de sacar fotocopias para que todos tengan las letras de los cánticos (al final de la nota se detalla cada uno). Cuando el ambiente se calmaba un poco aparecía algún que otro libro (se lo vio a Damián leyendo "Historias negras del fútbol argentino") y apuntes de facultad (Matías y Maxi aprovecharon para estudiar).
El poco sol que hubo a la tarde ya estaba recostado sobre el horizonte cuando el viaje de ida llegó a su fin. La reserva fue derecho al vestuario a cambiarse. Algunos de la primera buscaron en el bar del club algo para comer. Otros se sentaron en una de las tribunas a ver la entrada en calor y prepararse para el partido. El tiempo pasaba y el encuentro no comenzaba. Se podía observar a los dos equipos en la cancha, pero no se veían a los árbitros. La demora se hizo notar y muchos se preocuparon por el hecho de que se suspendiera la jornada y tener que volver otro día. Por suerte, luego de un rato y a las corridas, los jueces hicieron su entrada al gimnasio, lo que trajo alivio, sobretodo, a la gente de Estrella.
Tras las dos victorias y muchos aún sorprendidos por el partido de la primera (triunfo agónico) se emprendió el viaje de vuelta. Ya sin luz natural y con algunas provisiones (entre todos se compraron gaseosas, galletitas y papa fritas para aliviar un poco el hambre) el camino a casa resultó más tranquilo. Las cartas no fueron usadas, predominó el sueño y las charlas en pequeños grupos haciendo referencia a la jornada.
Cerca de la medianoche el viaje llegó a su fin en el mismo lugar del que había salido nueve horas antes. Los seis puntos habían sido ganados y auguraban una semana tranquila para las dos categorías más grandes del club de Boedo, la tarea estaba cumplida.
lunes, 18 de mayo de 2009
Victoria frente a Paraná y nada más
El comienzo del encuentro fue favorable al equipo de Boedo, que controlaba la pelota y tenía las mejores situaciones. Luego de una gran jugada de Diego Scalabrino por la izquierda, Leandro López ingresó por el segundo palo y marcó el primer gol del partido (fue su debut en las redes en la primera divisón). Por intermedio de Federico Suárez y Scalabrino, la visita aumentó a tres la diferencia. Varias desatenciones y contragolpes bien aprovechados por Paraná le permitieron remontar el partido y empatar el resultado en 3 ante la sorpresa de todos. A falta de un minuto para que termine el primer tiempo, Damián Gómez puso de nuevo en ventaja al equipo de Diego Fenelli y llevó un poco de tranquilidad al vestuario visitante.
En el complemento Paraná fue en busca del empate. En cinco minutos consiguió la igualdad y mucho más, al dar vuelta el resultado y ponerse en ventaja 6 a 4. A partir de alli, todo fue cuesta arriba para el desconocido Estrella, que no volvió a estar ganando hasta el final del partido. Una seguidilla de goles hizo que el segundo tiempo fuera muy entretenido para los espectadores, mientras los jugadores hacían lo posible para ser un poco más que su rival. Sumado a esto, los dos equipos estaban en penalización al haber cometido cinco faltas cada uno.
Gómez descontó para Estrella y lo acercó en el resultado, pero los de Zárate no se quedaron atras y aumentaron la diferencia para quedar 7 a 5. Otra vez los de Boedo se pusieron a un gol con otro tanto de Gómez, pero Paraná se volvió a alejar para establecer el 8 a 6 a cinco minutos del final. Rápidamente el equipo de Fenelli empató el partido en 8, con goles de Gabriel Pedroza y Gastón Cermelli, pero la igualdad duró poco. El local de nuevo sacó diferencia de dos (10 a 8) a falta de dos minutos y medio para que termine el partido y saboreaba los primeros tres puntos del campeonato.
La reacción de Estrella fue determinante en los momentos finales para remontar y revertir la difícil situación que estaba pasando ante un equipo que no había conseguido ni un empate en los cinco partidos disputados en el torneo. Otra vez Pedroza y Cermelli empataban el partido, esta vez en 10, y dejaban el desenlace incierto para ambos equipos.
A falta de un minuto y segundos, Pedroza consiguió la ventaja para Estrella, que no la dejó en lo que restaba del partido gracias a una defensa sólida en las últimas jugadas y le permitió traer de Zárate una victoria más que costosa y tres valiosos puntos.
Resultados sexta fecha
3° División: Estrella de Boedo 5 - 3 Paraná (Zárate)
Goles: Cristian Torres -2-, Guido Murinigo, Lucas Rodríguez, Hernan Rodríguez.
Recordamos que Paraná no presenta las divisiones inferiores.
sábado, 16 de mayo de 2009
Zárate,allá vamos
Diego Fenelli no podrá contar con Carlos Moreira, quien fue expulsado la jornada pasada frente a Platense.
El historial entre ambos clubes está a favor de Estrella, que ganó los dos partidos disputados, ambos en el 2007 (16 a 2 en Boedo y 20 a 4 en Zárate). En los dos encuentros que se jugaron por la tercera división, Estrella también se quedó con la victoria (9 a 2 de local y 7 a 4 de visitante).viernes, 15 de mayo de 2009
La venganza
A mi primo Lolo siempre se le ocurrían cosas macabras, como aquel día que encerró al gato de la tía Genoveva en el horno y lo asó vivo, mientras se descostillaba de la risa mirando por el vidrio la patética agonía del animal. Otra vez, le arrancó los ojos al ruiseñor del abuelo Alfredo porque decía que así, ciego, el pájaro iba a cantar mejor. Y una siesta, aburrido, mezcló los peces pequeños con los grandes y éstos se los devoraron en un santiamén. Mi primo Lolo gozaba haciendo maldades.
Una noche estábamos jugando a las cabezas en la vereda con una pelota de goma cuando pasó Teté, el mayor de los Larrondo, famoso en el barrio y en la escuela por lo pendenciero. Yo había tenido algunos problemas con él un año antes y en un recreo me empavonó el ojo izquierdo. Mi primo lo sabía. Teté comenzó a desafiarnos y propuso un triangular. A Lolo se le encendieron las pupilas y aceptó. Yo no quería.
-Jueguen ustedes dos y el ganador se enfrenta conmigo- dijo y antes de desaparecer con la excusa de ir al baño, me susurró al oído: “perdé”. No fue necesario ir a menos. Teté me derrotó con gran facilidad y yo disimulé un fastidio que en realidad no tenía.
-¿Y tu primito? ¿Se cagó en las patas tu primito?- canchereó Teté, mirando con ansiedad hacia el interior de mi casa, seguro de sí mismo. Me llevaba dos cabezas, por lo menos y usaba pantalones largos.
-Acá estoy. ¿Con quién juego la final? -preguntó Lolo, reapareciendo lo más campante.
-Conmigo, salame. Mira la pregunta que hacés -respondió con desgano el grandote.
-Pechito vale doble- dijo mi primo y empezaron. La luz del farol de la esquina era escasa. Se veía muy poco, casi nada. Teté se puso dos a cero y festejaba cada punto como si fuera la final del mundo. En eso, Lolo devolvió muy arriba la pelota. Teté la dejó venir un poco, se arqueó en el aire y le metió un tremendo cabezazo: ¡Trock! Aún resuena en mis oídos el estruendo. El matón cayó pesadamente, desmayado y con la frente abierta de la que escapaba un río de sangre. Lolo se arrimó al cuerpo inerte, sonrió cínicamente y sentenció: “Te gané por abandono, boludo”. Con la complicidad de la penumbra, mi primo había cambiado la pelota de goma por una bocha, lo cual explicaba aquella breve ausencia y el consejo para que yo perdiera. Fueron tan rápidos y tan perfectos sus movimientos que el otro no adivirtió que en lugar de utilizar la cabeza, Lolo había enviado la pelota (la bocha, bah) con la mano.
-Ven gansa dijo el ganso- murmuró mi primo, guiñándome un ojo. Teté estuvo tres días internado con conmoción cerebral. Debieron aplicarle, además, once puntos de sutura.
miércoles, 13 de mayo de 2009
Con la mira en Zárate
La primera necesita una victoria para no alejarse de los puestos de clasificación, mientras que la reserva va en busca de los tres puntos que le permitan volver a la cima de la tabla de posiciones. Recordamos que el equipo de Zárate sólo presenta las dos categorías más grandes, por lo que las divisiones inferiores tendrán la fecha libre.
Por otro lado, cabe destacar la actuación que está llevando a cabo la sexta división, que ha ganado los cinco partidos que disputó en el certamen y terminará la primera rueda como puntero, más allá de lo que suceda en la última fecha frente a Cervantes.
lunes, 11 de mayo de 2009
Otra vuelta de tuerca
El partido comenzó muy parejo, con el equipo de Diego Fenelli controlando un poco más la pelota que su rival pero con pocas ocasiones de gol. Un tiro libre en la puerta del área inspiró a Mariano Maire, quien con una gran ejecución (picó la pelota por sobre la barrera y el arquero), puso en ventaja a Estrella. La respuesta no se hizo esperar y, tras una contra, Platense puso paridad de nuevo en el resultado. El rumbo del encuentro no cambió demasiado, el local, con mayor posesión, trató de buscar la diferencia, que recién pudo llegar en el complemento.
En siete minutos del segundo tiempo, Estrella pasó a ganar por 3 a 1, con goles de Carlos Moreira y Maire. Todo parecía quedar en manos del local, quien controlaba las riendas del partido y no sufría mayores sobresaltos. Cuando restaban diez minutos para el final, Platense puso en cancha un arquero-jugador. La férrea defensa del local no permitió que, mediante esa táctica, la visita se acerque en el resultado. Pero una contra, comandada y capitalizada por el arquero Calamar puso a la visita a tiro del empate, que llegó minutos después.
Con el partido empatado en 3, Damián Gómez tuvo en sus pies la posibilidad de poner a Estrella de nuevo en ventaja, pero el arquero y el palo le dijeron que no. Dos minutos y segundos quedaban cuando Moreira, por doble amonestación, fue expulsado y dejaba en los minutos finales a su equipo con uno menos. La sólida defensa no permitió que Platense pase a ganar el partido y hasta permitió que Estrella tenga algunas situaciones de gol. El empate estaba sentenciado.
Para rescatar queda el invicto de local luego de tres partidos jugados en Boedo y la actitud del equipo, sobre todo en los momentos finales con un jugador menos, aguantando el resultado y hasta con algunas oportunidades para sacar ventaja.
domingo, 10 de mayo de 2009
Resultados quinta fecha
3° División: Estrella de Boedo 3 - 3 Platense
4° División: Estrella de Boedo 2 - 2 Platense
5° División: Estrella de Boedo 4 - 3 Platense
6° División: Estrella de Boedo 9 - 2 Platense
7° División: Estrella de Boedo 1 - 4 Platense
8° División: Estrella de Boedo 3 - 2 Platense
sábado, 9 de mayo de 2009
Levantate y seguí
Diego Fenelli podrá contar con todos sus jugadores para armar el equipo. A pesar de que todavía falta más de una rueda para que finalice la primer etapa del torneo, es de suma importancia conseguir los tres puntos y no perder el tren de los de arriba. Recordemos que los cinco primeros de cada zona clasifican a la zona campeonato, en la que pelearán por los ascensos y promociones a la primera división del futsal.
Por otra parte, la reserva y la sexta división tratarán de seguir en la senda de los triunfos y mantener la cima en la tabla de posiciones. El equipo dirigido por José Moreno está invicto en el torneo, ya que salió victorioso de los cuatro partidos jugados.
viernes, 8 de mayo de 2009
Instrucciones para elegir en un picado
Cuando un grupo de amigos no enrolados en ningún equipo se disponen para jugar, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quiénes integrarán los dos bandos. Generalmente dos jugadores se enfrentan en un sorteo o pisada y luego cada uno de ellos elige alternativamente a sus futuros compañeros. Se supone que los más diestros son elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos.
Pocos han reparado en el contenido dramático de estos lances. El hombre que está esperando ser elegido vive una situación que rara vez se da en la vida. Sabrá de un modo brutal y exacto en qué medida lo aceptan o lo rechazan. Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el grupo. A lo largo de los años, muchos futbolistas advertirán su decadencia, conforme su elección sea cada vez más demorada.
Manuel Mandeb, que casi siempre oficiaba de elector observó que las decisiones no siempre recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de vaya a saber qué sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían ciertas cualidades. Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba, era jugar con sus amigos más queridos. Por eso elegía a los que estaban más cerca de su corazón, aunque no fueran tan capaces.
El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico. Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán y lo perdonarán.Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables.
miércoles, 6 de mayo de 2009
El recuerdo de Estrella - Platense

Luego de una semana atípica, por la felicidad de haber llegado a una instancia decisiva y por los entrenamientos en días anormales, llegó el partido de ida disputado en Boedo. La cancha más grande del club estaba colmada de gente, local y visitante, que no paró de alentar a sus equipos, generando un ambiente más que propicio para disputar un partido de tal magnitud.
En un intenso encuentro, los dirigidos por Diego Fenelli estaban dando la sorpresa cuando, a falta de dos minutos para que se termine la primera semifinal, ganaban por 5 a 4. Pero la experiencia de los jugadores de Platense apareció por primera vez en la serie y el resultado se dio vuelta cuando restaban segundos para el final. El equipo de Saavedra se llevó una importante victoria de visitante, por 6 a 5.
Unos días después, Boedo se trasladó a la cancha del Calamar, lugar donde el local sólo había perdido un partido en la temporada, resultado que Estrella tenía repetir para, por lo menos, aspirar a un alargue. En un partido vibrante, que no permitió distracciones, la visita terminó ganando por 5 a 4, luego de remontar una desventaja de tres goles.
La hazaña se había logrado, pero no alcanzaba. Platense había perdido de local por segunda vez en el año y tenía que ir al alargue contra un sorprendente Estrella. En el transcurso del suplementario, el equipo de Fenelli se puso arriba por tres goles (dos de ventaja en el global), mas la experiencia de los jugadores de Platense salió a flote por segunda vez en la serie: el partido quedó empatado en siete y la semifinal volvió a estar a favor de los de Saavedra.
Algunas lágrimas caían en la tribuna de Estrella a medida que pasaba el tiempo y el equipo, a pesar del gran esfuerzo, no podía remontar la diferencia. Segundos quedaban para el final cuando Carlos Moreira, luego de una magnífica jugada, hizo que el llanto de tristeza se convierta en gotas saladas llenas de felicidad. El partido finalizó 8 a 7 a favor de los de Boedo (3 a 3 el alargue). La serie quedaba una vez más empatada, la segunda gesta de la noche estaba ya realizada y sólo restaba pasar un obstáculo para llegar a la final: los penales. El objetivo estaba más que cumplido, no hacía falta la victoria para reconocer que lo hecho por los jugadores había superado, y por mucho, lo esperado.
Lejos estuvieron las ejecuciones de reflejar la paridad que hubo en los partidos de ida y vuelta. Si hasta ese momento alguno de los presentes no creía en la suerte ni en los fantasmas, créame si le digo que durante los penales más de uno cambió de parecer. No hizo falta que se pateen el cuarto ni el quinto penal para que la serie se defina. El sueño se había terminado mucho antes. Tres tiros, ninguno logró que la pelota toque la red y la ilusión se esfumó. Gastón y Pablo Cermelli, junto al capitán Federico Suárez, fueron los elegidos para pararse frente al arquero rival. Sus disparos no llegaron al objetivo. Por tercera y última vez, la experiencia de los jugadores de Platense se hizo presente en la serie para definir la semifinal a favor del equipo de Saavedra: los tres penales ejecutados fueron convertidos.
Si hoy Estrella es respetado en cada partido que juega y candidato en los torneos que disputa, es en gran parte por lo que ocurrió en esa serie inolvidable frente a Platense. Esos dos partidos y su definición quedarán por siempre en la memoria de los presentes y en la historia grande del club. A partir de allí, más de uno se sacó el sombrero ante este equipo.
¿Te acordás de esos partidos? ¿Estuviste en Platense o en Estrella para vivir la serie? Contanos que recordás de la semifinal y qué sentimientos te dejaron esos dos encuentros.
martes, 5 de mayo de 2009
El recuerdo del torneo de verano
Estrella de Boedo Campeón de la Copa Japan Motors 2009.
Final: Estrella 4 - Argentinos 1
Esperamos que este festejo se repita a fin de año, con todo el club celebrando el ascenso a la primera división del futsal.
lunes, 4 de mayo de 2009
Los accidentes de la ruta
Tras un inicio parejo, un error en el ataque de Estrella fue bien utilizado por el local para ponerse en ventaja. Rápidamente, y aprovechando el quedo en la visita, Country estiró dos veces la diferencia poniéndose arriba 3 a 0. Diego Fenelli realizó cuatro cambios e intentó que el aire fresco de los jugadores provenientes del banco cambien un poco la historia. Pero la suerte continuó con su rumbo. Un afortunado tiro del arquero y una contra letal decretaron el resultado: 5 a 0 antes de que termine el primer tiempo. A poco del final, Diego Scalabrino consiguió descontar y dejaba un poco de incertidumbre para el segundo tiempo, aunque sea una luz de esperanza para dar vuelta el abultado resultado.
En el complemento Estrella salió en busca de acortar la diferencia, pero los goles se hicieron esperar. Medio tiempo restaba cuando César Quiroga ingresó en el partido con dos goles. Pero la respuesta de Country fue rápida y efectiva. Otros dos aciertos convirtieron el sueño de una remontada visitante en una confirmación de la victoria de Country.
El 7 a 3 en el resultado y los 3 minutos que marcaba el reloj casi que dieron por terminado el partido. Estrella insinuó un poco más y llegó a convertir el cuarto. Pero el local, a través de una sexta falta, volvió a estirar la ventaja y sentenció el partido por 8 a 4.
Resultados cuarta fecha
3° División: Estrella de Boedo 6 - 0 Country de Bánfield
4° División: Estrella de Boedo 3 - 6 Country de Bánfield
5° División: Estrella de Boedo 1 - 4 Country de Bánfield
6° División: Estrella de Boedo 7 - 6 Country de Bánfield
7° División: Estrella de Boedo 1 - 2 Country de Bánfield
8° División: Estrella de Boedo 1 - 6 Country de Bánfield
sábado, 2 de mayo de 2009
Por la segunda alegría
viernes, 1 de mayo de 2009
El hincha
Una vez por semana, el hincha huye de su casa y asiste al estadio.
Flamean las banderas, suenan las matracas, los cohetes, los tambores, llueven las serpientes y el papel picado; la ciudad desaparece, la rutina se olvida, sólo existe el templo. En este espacio sagrado, la única religión que no tiene ateos exibe a sus divinidades. Aunque el hincha puede contemplar el milagro, más cómodamente, en la pantalla de la tele, prefiere emprender la peregrinación hacia este lugar donde puede ver en carne y hueso a sus ángeles, batiéndose a duelo contra los demonios de turno.
Aquí, el hincha agita el pañuelo, traga saliva, glup, traga veneno, se come la gorra, susurra plegarias y maldiciones y de pronto se rompe la garganta en una ovación y salta como pulga abrazando al desconocido que grita el gol a su lado. Mientras dura la misa pagana, el hincha es muchos. Con miles de devotos comparte la certeza de que somos los mejores, todos los árbitros están vendidos, todos los rivales son tramposos.
Rara vez el hincha dice: «hoy juega mi club». Más bien dice: «Hoy jugamos nosotros». Bien sabe este jugador número doce que es él quein sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar sin música.
Cuando el partido concluye, el hincha, que no se ha movido de la tribuna, celebra su victoria; qué goleada les hicimos, qué paliza les dimos, o llora su derrota; otra vez nos estafaron, juez ladrón. Y entonces el sol se va y el hncha se va. Caen las sombras sobre el estadio que se vacía. En las gradas de cemento arden, aquí y allá, algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces. El estadio se queda solo y también el hincha regresa a su soledad, yo que ha sido nosotros: el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melancólico como un miércoles de cenizas después de la muerte del carnaval.