No fue una semana fácil. No es común perder tres partidos seguidos. Asi como tampoco es cómodo levantarse un lunes con la sensación de derrota, de decepción, impregnada en la piel y tener que comenzar la semana muy alejado del estado anímico ideal. Muchos menos para un plantel que tiene como objetivo pelear en los primeros puestos y, por qué no, soñar con el ansiado ascenso.
Una mala racha. La suerte que se olvida de Boedo. Déficit en el juego. Chances desperdiciadas. Falencias en la defensa. Muchos pueden ser los condimentos para tratar de explicar el por qué de este trío de derrotas en continuado, pero ya basta.
Ya no más. No habrá más palabras para intentar explicar las oportunidades fallidas, los obstáculos no pasados ni mucho menos los encuentros perdidos. Fue tiempo de cambio y de reflexión. Es momento de actuar y llevar a la práctica todo lo pensado y charlado.
No hay más tiempo para lamentaciones. Es hora de mirar hacia adelante, de jugar con el corazón, de ganar como sea, de patear el tablero y jugar por lo que uno siente. No hay ayer ni mañana, hay un hoy. No pasaron cuatro partidos, aún quedan 26. No se perdieron 9 puntos, todavía hay 78 en juego. Es hora de ponernos de pie, de no mirar hacia atras, de sobreponerse a este mal trago y superar el próximo escollo que ya tiene nombre y apellido: Chacarita Jrs.
No hay comentarios:
Publicar un comentario